Las desinfecciones contra bacterias y virus en instalaciones de uso profesional son una medida preventiva para evitar que estos microorganismos proliferen en las empresas y en la industria.
En las últimas semanas, desde CONTROL DE PLAGAS FUENTES hemos incrementado el número de servicios de este tipo en muchas naves, locales y oficinas valencianas.
De este modo se busca minimizar riesgos de contaminación bacteriológica o la propagación de enfermedades que puedan llegar a afectar al ser humano.
¿Cómo es el proceso de desinfección de virus y bacterias en
instalaciones de uso profesional?
Para llevar a cabo este proceso de desinfección se sigue un protocolo estricto, que requiere de una limpieza a fondo de las instalaciones.
Posteriormente, un equipo especializado aplica un producto especial que actúa como un bactericida, fungicida y viricida.
Este desinfectante ha sido especialmente desarrollado para su uso en la industria alimentaria y para una desinfección ambiental eficiente.
El líquido penetra en todos los rincones de la instalación, incluso en aquellas zonas que parecen inaccesibles.
Algunos puntos críticos, además de las superficies, los pavimentos y las paredes, son las campanas extractoras, los filtros, las cámaras frigoríficas, los lavaderos, los cubos de basura, las herramientas y la maquinaria de trabajo.
Tras su aplicación, hay un plazo de seguridad de unas tres horas en el que el desinfectante ejerce su acción germicida.
Transcurrido ese tiempo, los negocios pueden volver a desarrollar su actividad con total normalidad.
Consejos preventivos
Para evitar la proliferación de gérmenes patógenos, como son las bacterias o los virus, nuestros expertos realizan controles periódicos y extreman las precauciones en momentos de mayor riesgo.
Una desinfección profesional y mantener las instalaciones en un estado óptimo y libres de plagas, son clave para garantizar la higiene sanitaria de una instalación.
Todo ello debe hacerse cumpliendo con las normativas y protocolos de seguridad vigentes.
Es importante que los operarios sigan unas instrucciones de higiene básicas, como lavarse las manos antes y después de manipular productos, mantener su uniforme limpio y utilizar mascarillas apropiadas para prevenir contagios, según indiquen las administraciones públicas competentes.