La mosca negra, conocida popularmente como “mosca chupasangre” ha llegado ya a la provincia de Castellón, tras extenderse como una plaga en Valencia, Madrid, Aragón y Murcia.
Recientemente, la picadura de esta especie provocó que un vecino tuviera que ser ingresado en el Hospital La Plana de Vila-real.
Pero, ¿cómo es exactamente este insecto volador y su mordedura?
Así es la “mosca negra” o simuliidae
Con un tamaño de entre tres y seis milímetros, la mosca negra es algo más pequeña que la mosca común. Su boca tiene forma de sierra y produce una pequeña lesión en la piel de personas y animales para inocular su saliva. En realidad esta mosca no pica, sino que muerde, dejando un punto rojo e inflamación como “prueba del delito”.
El anestésico que inyecta hace que muchas veces no nos demos cuenta de su mordedura hasta que no han pasado unas horas. Aunque no hay riesgo de transmisión de enfermedades severas, la saliva puede provocar fuertes reacciones alérgicas en algunas de sus víctimas.
Al igual que los mosquitos, la mosca negra muerde para chupar sangre. De este modo obtiene el aporte nutricional que necesita para el desarrollo y la puesta de huevos. Estos simúlidos suelen encontrarse en zonas de arbustos y en árboles cercanos a zonas de agua. Durante el atardecer pueden verse enjambres, si bien estos insectos tienen hábitos diurnos (especialmente a primera y última hora del día).
¿Cómo puedes prevenir las mordeduras de esta mosca?
Para no sufrir las mordeduras de mosca negra, debes tomar algunas precauciones. Evita pasear cerca de ríos y de embalses. O, si vives en una zona de riesgo, llama a CONTROL DE PLAGAS FUENTES para poder fumigar.
Vestir con ropa clara y de manga larga también ayuda, igual que usar repelente para insectos. En caso de que detectes signos de infección o mucho dolor e inflamación tras una mordedura, consulta con un médico para poder tratar la herida de mosca negra de forma adecuada.